El voleibol sentado es una variante de voleibol para atletas en situación de discapacidad. Fue incorporado en 1980 durante los Juegos Paralímpicos de Arnhem
El juego y la técnica es la misma que la de voleibol, solo en los aspectos relativos a la movilidad de los jugadores cambia alguna regla y dimensión. Se exige a los jugadores que conforman el equipo unos grados de discapacidad mínimos.
Los jugadores tienen que permanecer sentados, manteniendo la pelvis en contacto con el suelo, y la elevación en el momento de jugar el balón es falta.
El campo y las distintas zonas coinciden con las de voleibol, solo por sus dimensiones:
El voleibol sentado (voleibol para discapacitados, voleibol adaptado o voleibol paralímpico) se originó en Holanda en la década del cincuenta como una mezcla entre el voleibol y un juego tradicional alemán llamado Sitzball que se juega sentado y sin red.